Río de Janeiro celebró ayer los 450 años de su fundación con una variada programación cultural, artística y deportiva, incluida una tarta gigante de cumpleaños. La ciudad es una urbe sumergida en grandes cambios derivados tanto de la celebración del pasado Mundial de fútbol de 2014 como de la organización de los próximos Juegos Olímpicos de 2016.