La histórica misa tuvo lugar en el gigantesco parque Samanes en el segundo día de su visita a Ecuador. Francisco ha iniciado en este país su gira latinoamericana de 8 días, que también le llevará a Bolivia y a Paraguay.

Antes del oficio religioso, el Pontífice estuvo en el Santuario de la Divina Misericordia, donde rezó con cientos de enfermos de cáncer, ancianos y gente muy pobre. En la que es, quizás la primera anécdota de este nuevo viaje pontifical- el noveno y el segundo a América Latina- Francisco bromeó con los presentes en el santuario al decirles que no iba a cobrarles nada por la bendición a cambio de que rezaran por él.

Al llegar a Guayaquil, una delegación gubernamental le entregó las llaves de la ciudad, una joya diseñada con un topacio, perlas oro y plata.

El Papa estará en Ecuador hasta el miércoles y después pondrá rumbo a Bolivia, donde pasará dos días y terminará su periplo en Paraguay.