Los kurdos combaten al grupo Estado Islámico en el norte de Irak y acusan a Ankara de no hacer lo suficiente en su lucha contra los terroristas.
Esta semana, un atentado suicida perpetrado por un yihadista mató a 32 activistas kurdos en la localidad de Suruç.
“Turquía hace un doble juego”, dice un manifestante. “Intenta convencer a la comunidad internacional de que está combatiendo a los yihadistas cuando en realidad su objetivo son los kurdos”.
“Hemos visto detenciones, pero entre las 600 personas arrestadas probablemente había un centenar de yihadistas y el resto eran kurdos. Queremos que el mundo sea testigo de ello”, afirma otro.
Los acontecimientos de las últimas semanas amenazan el proceso de paz entre Turquía y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Además de en París, también ha habido manifestaciones en Marsella y en Nantes.