En su primera declaración pública desde el referéndum del jueves, George Osborne ha asegurado que, tras las medidas de austeridad y de ajuste aplicadas en los últimos años por el Gobierno, la economía británica es ahora fuerte y estable y está preparada para tiempos difíciles.
“Los próximos días no serán un camino de rosas, pero que quede claro, no debéis subestimar nuestra resolución. Estábamos preparados para lo inesperado y estamos preparados para cualquier cosa que ocurra. Estamos decididos, a diferencia de hace ocho años, a que el sistema financiero británico ayude al país a afrontar cualquier tensión, a amortiguarla. No contribuirá a ellas o las endurecerá”, dijo.
El ministro habló esta mañana antes de la apertura de la bolsa. Los mercados y los inversores han mostrado su nerviosismo desde que el Reino Unido decidiera salir de la Unión Europea.
Según algunos medios, grandes bancos de inversiones estadounidenses con sede en Londres trasladarán a parte de su plantilla a otras ciudades como Dublín, París o Fráncfort.