En todo EE.UU., el aumento demográfico y la modernidad exigieron una infraestructura continua y desarrollo tecnológico, haciendo el ritmo de la vida cada vez más veloz.
En este país aparentemente democrático, el estilo de vida es apoyado y controlado por el Capitolio y La Casa Blanca. Por otro lado, el presidente es elegido siempre entre los Demócratas o los Republicanos, dejando al margen otros partidos políticos.