Una de las aficiones veraniegas que más le gustan al Rey Felipe VI es navegar por las aguas de Palma de Mallorca, entrenando y participando en las regatas que ningún año se pierde. Vimos a un Rey relajado, compartiendo risas y charlas distendidas, mientras recogía el material junto a sus compañeros de viaje marino, pese a la ausencia de su padre, que hasta ahora, tampoco se había perdido ninguna regata.