Mucha cordialidad entre la ministra española de Fomento y el presidente panameño. Ana Pastor ha conseguido, de momento, que todo empiece con un cordial apretón de manos: Sacyr y los representantes del Canal se sentarán a negociar sin que se paralicen las obras. Se comprometen además a que todas las reclamaciones se hagan según lo establecido en el contrato. La disputa se centra en el sobrecoste de 1.200 millones de euros que Sacyr le exige a Panamá.