Con una ciudad semivacía, Mar del Plata, el principal destino de verano de los argentinos, experimenta una fuerte caída de turistas, golpeados por el 211% de inflación anual y el desempleo. “Está muy difícil la venta sobre todo, la gente no tiene dinero, le cuesta muchísimo”, dice la vendedora Lola Coppo frente al mar.