Los índices económicos en Argentina muestran una preocupante caída interanual del consumo, con una disminución del 10.1% en supermercados y un acumulado anual de 13.5% durante la gestión de Milei. A pesar de esto, algunos economistas observan un leve repunte mensual que podría interpretarse como el "rebote del gato muerto". Las grandes superficies implementan agresivas estrategias comerciales para enfrentar esta crisis que amenaza la viabilidad de sus operaciones en el país.