Tras meses de funcionar en impunidad y cuando hoy prácticamente todas las tiendas de abarrotes de la Zona Metropolitana se encuentran invadidas por las llamadas máquinas tragamonedas, autoridades federales, estatales y municipales comenzaron operativos para su
inmovilización, aseguramiento y destrucción. Comenzaron con cerca de 50 de éstas, en Tonalá.